jueves, 22 de marzo de 2012

I(nternet), Robot


  
El miércoles aparecía la siguiente noticia en Incapsula: menos del 50% del tráfico que se genera en Internet está generado por humanos.

La primera pregunta que uno se plantea es ¿y el resto? ¿quién lo genera? ¿animales? ¿plantas? hombre, puede que haya gente cuyas mascotas les han salido espabiladas y bien su golden retriever o bien su ficus sean capaces de hacerles la declaración de la renta, invertir en bolsa y en sus ratos libres se dedican a jugar al poker on-line o a chatear con la caniche con la que se ha intercambiado el mail el otro día en el parque pero...¡seamos serios! ¿cuánto puede sumar eso? ¿el 5% de lo que se mueve en Internet? venga...¡pongamos el 10%! pero ¡ojo! que aquí se está hablando de que tan sólo el 49% es actividad humana...¿dónde está el resto? efectivamente...en las máquinas. ¡Son los robots los que a día de hoy mueven más de la mitad del tráfico de Internet!

Otra pregunta que me hago: ¿Y con qué intenciones vienen?
En los años 50, Asimov nos presentaba en su novela "Yo, robot"  (que sí, que no me he equivocado ni en el autor ni en el año, que antes que Will Smith ya estaba Isaac Asimov) las tres leyes sobre la robótica.

    • Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
    • Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la Primera Ley.
    • Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.

pero ay! amigos...esta vez los robots se están saltando sus leyes a la torera y su objetivo es hacernos daño. Obviamente no hablamos de daño físico ya que no es que vayan a instalarse, sacar un bate y molernos a palos (que supongo que todo se andará) sino que hablamos del daño que pueden provocarnos al robar nuestra información privada, a instalar contenido no deseable en nuestro sistema o bien a intentar acceder a nuestra cuenta bancaria porque seamos realistas...que nos toquen "el bolsillo" duele. Y mucho.

Especificando: un 5% son de esa clase, de los que te van a meter mano al bolsillo; otro 5% son los llamados scrapers que básicamente lo que hacen es generar contenido automáticamente o lo cogen de otros sitios para volver a publicarlo incluyendo publicidad y así conseguir ganancias (sí, aquí el caso es forrarse como sea). En este grupo también incluiríamos aquellos robots encargados de generar listados de direcciones de correos electrónicas a las que posteriormente enviar todo tipo de spam; el 2% lo conformarían aquellos que nos meten la publicidad por las orejas y que hacen que las páginas vayan leeeeeeeeentas y nos aparezcan pop-ups hasta de debajo de las teclas y el restante 19% lo constituyen robots espías de todo tipo. Con lo cual estamos hablando de un 31% de robots que buscan hacernos daño a nosotros o a nuestro negocio.

Y la siguiente pregunta que puede surgirnos: ¿pero son todos malos? ¿Aquí no hay ningún robot majete como cortocircuito o Wall-E o Arnold Schwarzenegger (¡en Terminator 2 claro!) que nos venga a hacer la vida más fácil? Claro que sí. Un 20% lo constituyen los robots buenos (los que no llevan el sombrero negro) y que, por ejemplo, mejoran los buscadores para que nosotros, los humanos, podamos hacer búsquedas cada vez más rápidas y eficientes.

Con estas estadísticas está claro que no nos queda otra que acostumbrarnos a compartir la red con los bots pero siempre oponiendo "resistencia" y controlando y bloqueando a los dañinos para evitar que nuestra INTERnet se convierta en una SKYnet cualquiera.

Sayonara baby!


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